Como bien se sabe, la capacidad de emprendimiento, de iniciativa económica autónoma, es un factor importante y necesario para el paso hacia una sociedad más desarrollada. El estudio que aquí se presenta versa precisamente sobre la situación del sector de la pequeña empresa (pequeña industria la llama la autora) a finales de la década de los 80 en el país. Específicamente se plantea su importancia para la economía nacional, los sistemas y mecanismos de ayuda que entonces le servían de soporte y las debilidades que afrontaba y que suele afrontar el sector: problemas como las dificultades de acceso al crédito, a una eficiente asistencia técnica o a la oportuna información, pero sobre todo los relacionados con la escasa capacidad de gestión administrativa y financiera de esos pequeños empresarios que, por su pobreza y limitados conocimientos, casi siempre se debaten en la informalidad y en la subsistencia.