En nuestros tiempos se precisa de un contador integral, con conocimientos técnicos para el ejercicio de la profesión, como también con formación en las demás áreas de la empresa, con las cuales se relacionará su trabajo. Es indispensable también una formación humanística y ética, para desempeñarse con la responsabilidad que la sociedad espera de su ejercicio.

Hoy en día la Escuela de Contabilidad tiene el propósito de formar un profesional de la contabilidad y las finanzas, con habilidades tecnológicas, con un marco normativo global, con conocimiento de los mercados financieros, con alto nivel de criticidad, flexible para adaptarse a los cambios y capaz de convertirse en líder, para asumir al interior de las empresas posiciones gerenciales de responsabilidad, o bien, para ser capaz de emprender su propio negocio.