En una sociedad mundial basada en el conocimiento, el papel de la universidad tiende a redefinirse. Aparte de sus clásicas funciones de docencia e investigación, está emergiendo una tercera misión que tiene que ver con sus posibles aportes al desarrollo socioeconómico. Para incentivar esta nueva faceta de la universidad, se estima fundamental el estrechamiento de sus lazos con los sectores productivos. Son relaciones de doble vía, pues si la universidad puede fomentar la innovación empresarial, las empresas pueden, a su vez, ayudar a financiar, desarrollar y validar socialmente la investigación realizada en las universidades. A pesar de que en República Dominicana esta vinculación es todavía muy precaria, esta universidad está haciendo esfuerzos por cimentarla de modo fértil. Precisamente este trabajo hace una serie de recomendaciones para que dichos esfuerzos se fortalezcan.